Turismo en la Antártida

¿Qué es y cómo se regula?
Además de la pesca, una actividad económica relevante en nuestro continente es el turismo. Con aporte y participación de sus Estados miembros del Tratado Antártico y la asistencia de la Asociación Internacional de Operadores Turísticos Antárticos (IAATO); se ha creado el Manual sobre regulaciones y directrices pertinentes a actividades turísticas y no gubernamentales en la Antártida, asignando a la Secretaria del Tratado Antártico su elaboración, compilación y distribución.

Los primeros turistas antárticos
Dicho Manual concentrará el marco normativo, directrices para visitantes, manejo de sitios, protección de fauna, y otras disposiciones e instrumentos legales relativos al manejo seguro y responsable del turismo antártico. Las expediciones se realizan en gran medida a bordo de unos 40 buques, cada uno de los cuales transporta de seis a quinientos pasajeros. Los buques navegan principalmente a la región de la Península Antártica. Algunos itinerarios incluyen también las Islas Georgias del Sur y las Islas Malvinas.
Estos viajes generalmente parten de Ushuaia (Argentina), Puerto Argentino/Stanley (Islas Malvinas/Falkland) o, en menor medida, de Punta Arenas (Chile), Buenos Aires (Argentina)o Puerto Madryn (Argentina).

Visita guiando un grupo de turistas durante un reabastecimiento en FD 83 en nuestro vuelo con TAC hacia el Polo Sur en 2015
Las visitas a tierra son supervisadas por un personal de a bordo por cada 10 a 20 pasajeros. Suelen ser ornitólogos, biólogos, geólogos, glaciólogos, historiadores y naturalistas.
Los recorridos se concentran principalmente en las zonas costeras libres de hielo en el período de cinco meses comprendido entre noviembre y marzo. Las visitas a tierra son generalmente de corta duración (en el orden de 3 horas), de intensidad moderada (menos de 100 personas) y de frecuencia variable. Típicamente hay de 1 a 3 desembarcos por día.

Los desembarcos se realizan mayoritariamente con botes neumáticos o, en algunos casos, con helicóptero. Otras actividades que realizan los visitantes desde las embarcaciones turísticas son el alpinismo, campamento, kayak y submarinismo.
La selección del lugar y la realización de las visitas a tierra se detallan en procedimientos operativos estandarizados incluyendo las evaluaciones de impacto ambiental preparadas por todos los operadores miembros de la IAATO.
El turismo embarcado proporciona un medio legítimo, dentro de las disposiciones del Sistema del Tratado Antártico y del Protocolo de Madrid, para satisfacer la demanda turística sin necesidad de una infraestructura permanente y con un tiempo de residencia limitado. Esto es posible gracias a la disponibilidad de embarcaciones especializadas, bien adaptadas a los entornos polares, que ofrecen un medio óptimo para llevar a cabo actividades turísticas de forma segura y responsablemente gestionada.
En escala mucho menor, también existen expediciones de turismo terrestre. Apoyadas en modernos campamentos, llegan al interior del continente mediante puentes aéreos con cabecera en Punta Arenas (Chile) o Ciudad del Cabo (Sudáfrica).
Personalmente, tuve el honor y la suerte de integrar durante dos temporadas el staff de TAC (The Antarctic Company), lo cual me permitió acompañar grupos de turistas de distinto origen, incluso en expediciones al Polo Sur.
TAC, (actualmente ¨Altitude¨) realiza puente aéreo entre Ciudad del Cabo y Novo Camp (72° Latitud Sur), desde ahí, conecta los sitios de atracción turística mediante vuelos de aviones Basler BT67 y Twin Otter 300.
La educación es un componente importante de cualquier expedición a la Antártida. Las expediciones ofrecen a los visitantes la oportunidad de experimentar una amplia gama de áreas de interés, incluyendo sitios de vida silvestre, sitios históricos, estaciones de investigación activas y sitios de excepcional valor estético.
Desde la creación de la IAATO, se han mantenido registros de los itinerarios de las visitas y de la cantidad de visitantes a los sitios, un valioso recurso que está a disposición de los investigadores.
Es probable que la Antártida siga siendo un destino especializado y relativamente costoso, ofrecido por un número limitado de operadores experimentados que se centran en viajes educativos a zonas de valor natural y silvestre.
Los buques y aviones de la IAATO, también transportan a decenas de científicos a la Antártida y las islas sub-antárticas y en ocasiones contribuyen con los programas nacionales ante situaciones de emergencia o para optimizar traslados de personal y abastecimientos.
La organización también apoya a jóvenes investigadores mediante un programa de becas y estimulo. Naturalmente en pausa debido a los efectos de la pandemia producto del COVID 19, retomadas las condiciones previsibilidad y de seguridad sanitarias necesarias, la demanda de turismo antártico retomo su curva de crecimiento.
La concreción de este escenario requiere la optimización de servicios y provisiones en los puertos y aeropuertos de conexión; principalmente en Ushuaia. Los beneficios derivados del turismo responsable, como un mejor conocimiento y apreciación de la región, son sustanciales.
Los viajes a la Antártida también pueden incluir buques de pasajeros más grandes, que transportan de 500 a 3. 000 pasajeros y realizan circuitos sin desembarcar. Los viajes en
velero son populares, con casi todos los itinerarios en la Península Antártica, utilizando Ushuaia como puerto. Hobart (Australia), Bluff y Lyttelton-Christchurch (Nueva Zelandia) son las ciudades de entrada más comunes a la región del Mar de Ross y la Antártida oriental. Ocasionalmente ha habido salidas desde Ciudad del Cabo y Puerto Elizabeth (Sudáfrica) y Fremantle/Perth (Australia).
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