La exploración como motivación
En paralelo a la explotación económica de las costas antárticas, varios eruditos e investigadores impulsaron la exploración del continente con fines científicos.
Sin dejar de lado en interés económico de la caza, junto con los foqueros llegaron a la Antártida hombres que sirvieron a la humanidad aportando significativamente al conocimiento geográfico, que se iba despertando con las primeras y novedosas divulgaciones que se comenzaban a conocer.
En 1820, el capitán Bellingshausen completaba la segunda circunnavegación del continente antártico por orden del Zar de Rusia. Completamente científica, esta expedición nos lego la cartografía más significativa de la época, acotando las dimensiones del continente de manera más acorde con la realidad.
James Weddel descubrió el mar que lleva su nombre. El mar de Weddel se caracteriza por su casi permanente impenetrabilidad, debido a la gran acumulación de témpanos e hielo marino que cubre su superficie y lo hace innavegable.
Weddel era marino de la casa Enderby de Londres y en 1823 encontró una abertura con aguas libres en el mar que le permitió penetrar hasta pasado el círculo polar alcanzando 74º 15´ Sur. Entre sus funciones figuraba el relevamiento geográfico de las zonas que recorriera.

Esquema nro 1 James Weddell 1823
Hacia fines de la década siguiente, el Frances Dumont D´urville, entre 1837 y 1840 llevo a cabo la segunda expedición totalmente científica a la Antártida, vinculada con estudios de geomagnetismo publicados por el matemático alemán Carlos Federico Gauss.
Al mando de su buque el Astrolabe, busco la ruta de Weddel pero el hielo le impidió el paso hacia el sur.

Hacia fines de la década siguiente, el Frances Dumont D´urville, entre 1837 y 1840 llevo a cabo la segunda expedición totalmente científica a la Antártida, vinculada con estudios de geomagnetismo publicados por el matemático alemán Carlos Federico Gauss.
Al mando de su buque el Astrolabe, busco la ruta de Weddel pero el hielo le impidió el paso hacia el sur. Decidió entonces cartografiar un grupo de islas al norte de la península a las que denomino Joinville.
En 1840 descubrió el sector norte de la península antártica al que denomino Tierra de Adelia.

Esquema nro 2 Dumont Dúrville 1840
El senado de EEUU comisiono la expedición que siguió en el tiempo. Charles Wilkes entre 1838 y 1842 circunnavego el continente sin gran éxito.
Fue el inglés James Clark Ross quien encabezó la expedición más exitosa y fructífera en descubrimientos geográficos y aportes a la ciencia. Uno de sus hallazgos más significativos fue el mar que hoy lleva su nombre, el mar de Ross.

Esquema nro 3 James Ross 1841
Sus naves Erebus y Terror estaban especialmente acondicionadas, lo cual le permitió estudiar los fenómenos de las barreras de hielo, entendiendo que los témpanos eran desprendimiento de ellas. También denuncio la existencia de volcanes en actividad.
En 1841 alcanzo la latitud más baja hasta ese entonces, 78º 10´ en Bahía Ballenas. En su intento de penetrar el mar de Weddell, descubrió y cartografió el archipiélago al sur de Joinville -que había sido descubierto por D´urville- al que denominó Erebus y Terror.
A pesar de la presencia de algunos foqueros como William Smiley de Carmen de Patagones y su discípulo Luis Piedrabuena; durante la segunda mitad del siglo XIX la presencia del hombre en la Antártida se redujo ostensiblemente.
Ante la escasez en los mares del Norte, es en este periodo en el que surge el interés por la caza de ballenas en alta mar. Aparecen buques especiales para buscarlas, seguirlas, arponearlas, remolcarlas y faenarlas en factorías terrestres al principio y flotantes cuando la tecnología progresó.
A fines del S XIX prácticamente no existen lugares desconocidos, salvo las regiones polares, particularmente la austral.
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